Esta Ciudad

Me saca de mis casillas esta ciudad porque es una ciudad sucia y llena de idiotas que llevan gafas sin graduar, gilipollas con gorras mal puestas, imbéciles de pantalones caídos y zorras superficiales que solo buscan encuentros casuales. Una ciudad permanentemente en obras que provocan desvíos absurdos del tráfico, llena de atascos y de mugre que sueltan tanto los asquerosos perroflautas como los estudiantes alcoholizados que la pueblan. Ciudad en la que solo existe tranquilidad y silencio durante los meses de verano, cuando los estudiantes abandonan sus calles, calles que el resto del año están llenas de jaleo nocturno, meados de borrachos y sobrios, heces de perros y demás basura suburbana. Es una ciudad que cambia a quien vive en ella convirtiendo a personas con un evidente atractivo, saber estar y buena imagen en sarnosos hippies o en alcoholicos en potencia. Esta asquerosa ciudad que transforma a la gente en desperdicios sociales, que los convierte a todos en imbéciles hedonistas con un elevado nivel de alcohol en sangre que solo piensan en fiestas, una ciudad sin orden ni normas en la que la única forma de quedar con alguien es el “ya si eso te llamo” o “ya nos veremos por ahí”, nada concreto ni fiable, dejando a la providencia del azar los encuentros. Una absurda falta de normas y orden de cualquier tipo, gente sin principios ni ideales que se regodean en lo más profundo de la anomía en la que han caído, dejándose llevar por las costumbres de una joven muchedumbre hedonista de desperdiciados alcohólicos. Independientemente de la subcultura a la que pertenezcan esta ciudad transmuta a quienes vienen a vivir en ella en perroflautas mugrosos o alcoholizados anómicos, o incluso ambas cosas a la vez. Esta maldita ciudad multicultural atestada de inútiles que cuando me mira para intentarme absorber en su multitud de borregos yo le devuelvo la mirada y le digo “haz lo que quieras nena, a mi no me vas a cambiar”.